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19 dic 2012

SABOR






SANTANA.
La aparición de Santana en el universo rock fue un auténtico aldabonazo. Algunos temas de su primer Lp, titulado "Santana" como el mismo nombre de la banda, "Evil Ways", "Jingo" y "Soul Sacrifice" fueron auténticos hits dentro de las listas y emisoras de la época (1969). Su aparición en el histórico concierto de Woodstock de agosto de ese mismo año, además de constituir uno de los mejores momentos de aquel evento (junto a Joe Cocker, Ten Years After y Sly And The Family Stone) con su "Soul Sacrifice", supuso para la banda un empuje de popularidad inmenso. A partir de entonces todo el mundo hablaba de Santana, un grupo elevado a los altares del estrellato nada más nacer, cosa que pocos grupos lograron tan rápidamente.

Cualquier aficionado a la música rock ha escuchado a Santana y de sobra conoce su estilo y aprecia su sonido, sobre todo en la primera época, antes de que Carlos Santana se metiera en terrenos orientales (sin desmerecer esa deriva, por supuesto). Su mezcla de la percusión latina, añadiendo congas y timbales, con toques jazz fusionándose con estructuras rock convencionales, hicieron de su propuesta algo enormemente atractivo y universalmente aceptado.

En este primer trabajo de Santana, además de destacar la propia guitarra de Carlos, a la que da unos vuelos de largo recorrido haciendo de su sonido obra propia de orfebrería, nos encontramos con unos músicos perfectamente conjuntados con el alma del grupo. José "Chepito" Áreas y Mike Carrabello encargados de una brillantísima percusión, médula espinal durante toda la grabación; Greg Rolie a los teclados, apoyando con nervio y vibrante delicadeza en todo momento al grupo, y la base rítmica de Mike Shrieve (inmenso, no hay más que verle a sus apenas 19 años en la película de Woodstock) a la batería y Dave Brown al bajo, perfecto contrapunto de todo el entorno musical creado.

A reseñar no solo los temas indicados en el primer párrafo, los más conocidos, sino también "Waiting", inicio del disco, con una introducción fantástica de percusión y teclados que prepara la entrada de Carlos con la guitarra; "Treat" donde Greg Rolie hace del piano especial protagonista, dando entrada a uno de los mejores solos de guitarra de Carlos; "Savor", estratosférica introducción de la percusión, que escuché por primera vez (con los pelos de punta) en aquel mítico doble recopilatorio "Llena Tu Cabeza De Rock" de 1970 (¡que grandísimo disco!, pieza fundamental en mi posterior educación musical); "Persuasion", muy en la onda de los primeros Blood, Sweat And Tears" y "You Just Don´t Care", donde la guitarra más bluesera de Carlos brilla con luz propia.

Santana, y su primer larga duración, ha envejecido sin dar síntomas de agotamiento. Su escucha actualmente supone un goze sonoro de envergadura para cualquier oyente.

Santana

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