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15 abr 2013

EL CORDERO SIGUE EN BROADWAY



Resulta cuando menos algo complicado enfrentarse por primera vez a una obra de la envergadura de "The Lamb Lies Down In Broadway" de Genesis casi 40 años después de su grabación. Y digo, sin margen de error, por primera vez ya que, a pesar de asistir a su presentación en Madrid en el concierto que dieron en el entonces Pabellón Deportivo del Real Madrid, allá por el año 1975, no había tenido la oportunidad de escuchar el disco en su totalidad. Conocía algunos temas sueltos, había leído mucho sobre este trabajo, pero había dejado pasar la ocasión de comprar la obra y conocerla a fondo en su momento.
 
Pues eso, casi 40 años después, bien asentada la idea de que no hay obra igualable al "Selling England By The Pound", que la obra incluso anterior de la banda inglesa ("Trespass", "Nursery Crime", "Foxtrot") les sirve de lanzadera para, encontrando su momento mejor, despegar hacia alturas inimaginables del mejor rock progresivo mundial con "SEBTP", ¿cómo colocarse ante "El Cordero" y que consecuencias sacar?
 
"The Lamb Lies Down In Broadway" es una obra de una magnitud descomunal, una auténtica exposición del mejor genio creativo de Genesis. Si "SEBTP" supone el despegue maravilloso de la banda, "El Cordero" viene a significar  el alcanzar su más alto vuelo. No es ésto óbice para resaltar que la obra es de una complejidad mayor, entramándose bajo el prisma de una historia de soledades, pérdidas, encuentros entre hermanos (Rael y John), que acontecen en una Nueva York donde caben múltiples escenarios urbanos, suburbanos, catacumbas, ríos sumergidos, lamias, personajes grotescos e imaginarios confundidos en escenarios similares a aquellos de los cuentos y leyendas clásicos. El crear todo un entramado musical y lírico que diera cobijo a esta magna obra tuvo que ser, lo se por lo leído sobre el asunto, una labor de gran trabajo y dedicación. Se nota en la concordancia entre los textos y las diferentes estructuras melódicas que lo acompañan. Hay un estudiado y  perfecto ensamblaje entre lo contado y cómo se cuenta musicalmente, algo realmente difícil de conseguir con la plenitud con que la que aquí se manifiesta.
 
Y si en los textos brilla extraordinariamente Peter Gabriel, autor de todos ellos, en la estructura melódica, compleja y a destacar repito, resalta indudablemente la figura de Tony Banks a los teclados. Él es el que lleva básicamente el peso de las estructuras armónicas, de las melodías y de los puentes entre los distintos párrafos y líneas sonoras, el que da contenido y continuidad, el que abre y cierra espacios musicales con una templanza y , muchas veces, con una belleza arrolladora. Si hay algún disco del género rock progresivo donde brillen los teclados expresamente, es éste sin duda. En algunos pasajes, no hay que olvidarlo, la guitarra de Steve Hackett es también digna de admiración, al igual que la batería de Phil Collins, acertadamente comedido durante gran parte de la grabación, en momentos concretos muy brillante. Mike Rutherford cumple su papel al bajo con elegancia y contención. 
 
Si tuviera, para finalizar, que destacar algún tema lo haría en favor de "Counting Out Time", maravillosa armonía pop bendecida por una hondura sobrecogedora, "Lilywhite Lilith", espejo de sencilla grandiosidad, y "The Lamia", con un riquísimo texto expuesto a un tejido instrumental en el que brilla la banda a gran nivel. Esta limitación en las menciones no puede, ni debe en absoluto, desmerecer a ninguno de los otros temas. Todos expléndidos, guardadores de múltiples sorpresas auditivas para los oyentes.
 
"The Lamb Lies Down In Broadway" es un disco al que hay que volver más que de vez en cuando. Su atenta escucha supone un indudable ejercicio de enriquecimiento personal. La cima musical que Genesis alcanzaron con esta grabación todavía no ha sido igualada.

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