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26 jul 2013

PEAJE EN LA AUTOPISTA



STEVE EARLE & THE DUKES (& DUCHESSES)        "THE LOW HIGHWAY"
No hay distancias que valgan cuando la desazón pica, ni cuando el sentimiento encontrado, aquel que nos devuelve el sueño roto, se adueña instantáneamente del paisaje interior. Puede uno vivir cercano a las alcantarillas de la gran ciudad, o en lujosa conurbación, todo se asemeja en el momento de recordar las experiencias del narrador.

Steve Earle ha seguido la cuerda de personajes como Jack Kerouac y Woody Guthrie y, en éste su nuevo trabajo "The Low Highway" junto a The Dukes (& Duchesses), nos cuenta sus historias más cercanas, esas vivencias momentáneas que ya han dejado un poso de amargura, de rebeldía, de resurrección también.

Su estilo, ya más que conocido por todos los aficionados, ese abanico de fortaleza, rock de arrabales, country polvoriento, blues de mecedora desvencijada, a veces boogie trotón, otras crooner acústico, aquí en este trabajo muchas veces arropado por una rica instrumentación de guitarras, pedal steels, banjos, mandolinas, accordeones, teclados , cuerdas , base rítmica excelentemente acoplada a la atmósfera general del disco, hace crujir el ensamblaje supuestamente más cohesionado de la realidad americana.

Y es que hay guiños patentes a algo más profundo que la denuncia (fijación de Steve en muchos de sus trabajos anteriores) en temas como "Calico County" y "Burnin´It Down" (llamadas a una acción cruel y directa), quejas sociales en "That All You Got?" (magnífica aquí Allison Moorer a la voz y acordeón), promesas de evitar de nuevo la caida en "Pocket Full Of Rain" (muy lograda ahora una atmósfera mezcla jazz y boogie en este tema), juegos imposibles en "Invisible", desarraigo existencial en "Down The Road Pt II", crónicas de un prolongado fracaso en " 21st Century Blues"


Y aunque el tono del "outsider" parezca que marca el ambiente general del disco, no es así totalmente. Tiempo hay para reivindicar al amor como tabla de salvación en "Love´s Gonna Blow My Way" y "Remember Me", la necesidad de diversión gana la partida en "After Mardi Gras" y "Warren Hellman´s Banjo" y, como enmarcando la experiencia en su totalidad, más negra que blanca, en un tono grisáceo que pincela el horizonte a gran velocidad, el tema que da nombre a la grabación, "The Low Highway", patrón que guía al viajero desde altas montañas a lunas amarillas, aquellas que pudieran iluminar las sombras más esquivas, el Earle más poético se muestra aquí como un poderoso narrador de las planicies del vacío.

Mención especial para los músicos que acompañan al bardo. Allison Moorer, sus teclados son los de una musa, Chris Masterson, a la guitarra y pedal steel, fuerte como una arribada fluvial, Eleanor Whitmore, esos vientos suyos que alcanzan el cielo, especialmente el violín de "After Mardi Gras", Kelley Looney al bajo y Will Rigby a la batería, base rítmica plena de ese fuel que da fuerza al vehículo expresivo de Steve. Colabora a las voces Siobhan Kennedy, ignoro si tiene parentesco con Ray Kennedy, viejo socio ya de Steve en las labores de producción desde hace años.

Steve y su grupo han facturado uno de los mejores discos de este año 2013. Agrio como el limón, a veces dulce como la cortina que recoge la última luz de la tarde, amplio siempre como el paisaje que refleja. Coraje, desilusión, marcha y retorno, vida en fin.

(Entrada dedicada a las víctimas de Santiago, ciudad a la que me unen muchos recuerdos)

4 comentarios:

  1. estaba en dicha ciudad cuando el desastre. Un horror. Sólo unirme a la condolencia. Por cierto rogaría a los medios de comunicación un respeto a las victimas y la intimidad los périodicos en líneas generales un horror. Respecto al disco de Steve me da mucha preza encontrarme con uno dsimilares carcteristicas a sus anteriores pero tu post como algún otro que he leído van a provocar que me lo lleve conmigo en unos días de asueto .

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    1. Toda la razón Bernardo, la prensa, el cuarto poder..., capaces (hasta los periódicos más serios) de ofrecer carnaza y sangre a sus lectores para vender más, sin importarles un comino el dolor ajeno. Menos mal que Steve nos aleja de toda esa porquería, aunque sea por un rato.

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  2. Apuntado queda, Javier. Un gusto leerte, amigo. Muy triste lo de Santiago, el día anterior había hecho yo un viaje en un Alvia con mi hijo, imagínate.

    Un abrazo.

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    1. Espero que lo hayas pasado en grande por tu tierra. Vamos a ver si aquí no pasa la vergüenza del metro de Valencia. El amigo Steve no sobra en ninguna colección, y es éste un disco muy majo.
      Abrazos,

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